La importancia de repartir las comidas

Repartir las comidas, los expertos recomiendan hacer 6 comidas diarias en proporciones pequeñas

Las comidas repartidas son uno de los cambios del estilo de vida más fáciles de emprender y que brindan más beneficios para la salud. Para algunos expertos, incluso llegarán a ser la forma de alimentarse en el futuro.

Originalmente, fueron recomendadas como parte de una estrategia para reducir el colesterol. Ahora, cada vez más estudios apuntan a que esta forma de alimentarse puede aportar muchos beneficios para distintas partes y funciones del organismo, desde el corazón, el estómago y el cerebro, hasta el azúcar en la sangre, el peso corporal, y la energía vital.





Un gran esfuerzo para el corazón
Cuando se está ingiriendo una comida, el corazón debe aumentar su esfuerzo para aportar al estómago y los intestinos, la cantidad extra de sangre que necesitan para cumplir la función digestiva.

El trabajo adicional que soporta el músculo cardíaco depende de la cantidad de calorías: así, las comidas muy grandes pueden someter al corazón a una auténtica prueba de estrés digestivo.

Más comida, más infartos
Después de una minicomida de 240 calorías, el corazón de una mujer bombea alrededor de 80 litros extras de sangre durante las dos horas siguientes a la comida. Pero después de ingerir una comida de 720 calorías, el corazón femenino debe bombear un suplemento tres veces mayor de sangre.

Por aso muchos facultativos señalan que la cantidad de ataques al corazón parece aumentar en las 24 horas siguientes a una gran comida festiva.

Además, cuanto mayor es una comida, mayor será la cantidad de grasa que posiblemente posea. Y los estudios científicos muestran que durante las horas en que se ingiere una sola comida con alto contenido graso, se elevan los niveles en la sangre de los elementos que estimulan la formación de coágulos.

Los ensayos efectuados con personas que comieron seis o más comidas repartidas a lo largo del día han mostrado que sus niveles de colesterol son algo más bajos, comparados con los de aquellos que ingirieron las tres grandes comidas cotidianas habituales.

Comer 6 veces al día
Para algunos expertos el simple hecho de comer seis pequeñas comidas puede reducir el colesterol en un 8 por ciento, y el riesgo de padecer un ataque cardíaco, en un 16 por ciento.

Además, las comidas grandes fuerzan al páncreas a segregar grandes cantidades de insulina. Si una persona tiene diabetes tipo II, su nivel de insulina en la sangre subirá después de una comida abundante, lo que para algunos investigadores puede estar relacionado con la obturación de las arterias.

Asimismo, cuanto mayor es la comida que se ingiere, más aumenta la probabilidad de que parte de ella retorne del estómago al esófago, debido al esfuerzo digestivo, causando incomodidad.

Por eso algunos médicos suelen aconsejar que tomen pequeñas comidas a aquellas personas que sufren una indisposición estomacal debido a que la comida se ha agriado.