Alimentación en personas mayores de 40 años


Como debe ser nuestra nutrición


La salud, en cualquier etapa de la vida, está condicionada en gran parte por los hábitos, el deporte que se practica y, por supuesto, lo que se come día a día. En la tercera edad, cuando los achaques son una constante, la atención que ha de prestarse a los alimentos que se ingieren y a la forma de cocinarlos tiene una importancia fundamental si se quieren prevenir continuas visitas al médico.



Las personas mayores, más propensas a padecer problemas de hipertensión, diabetes o anemia, pueden ver disminuidas sus dolencias con una alimentación sana y equilibrada cuya elaboración, además, llega a ser una entretenida y creativa tarea. Desde ir a la compra hasta hacer la comida diaria o innovar nuevos platos, la cocina supone una actividad que es beneficiosa no sólo para el estómago, sino también para la mente; hacer la lista de la compra, recordar los ingredientes o estar atento a los tiempos de cocción suponen un sano ejercicio mental.


Recomendaciones nutricionales:

•    No hay que excederse con las calorías, solo se debe de comer lo justo para mantener el cuerpo activo y en caso de sobrepeso disminuir la ingesta de las mismas a la vez que se aumenta la actividad física.
•    Los carbohidratos complejos tienen que representar el 50% de la ingesta de calorías, estos deben de provenir de cereales, tubérculos, legumbres y alimentos elaborados con cereales integrales.
•    Las verduras y frutas frescas tienen que ocupar un lugar fundamental, al día hay que comer cinco o más raciones de las mismas, sobre todo vegetales de hoja verde, frutas y verduras de color rojo, amarillo y naranja.
•    El azúcar debe equivaler solo al 10% de la ingesta de calorías por día.
•    Las grasas solo deben de aportar el 30% de las calorías, dentro de las cuales la saturada y poliinsaturada no debe de superar el 10%.
•    Se tiene que comer aceite de oliva, leches desnatadas y todo lácteo bajo en grasa para aportar grasas monoinsaturadas.
•    Los alimentos que contengan colesterol deben de limitarse para no excederse de los 300 mg. diarios.
•    Las proteínas tienen que ser de alta calidad biológica, fáciles de masticar y de digerir. En el caso de las de origen animal se las debe de mantener a raya y siempre hay que elegir las carnes magras.
•    La dieta tiene  que proveer de: zinc, magnesio, cromo, calcio, hierro, folatos, selenio, silicio, vitaminas C, D, E y B12.
•    No abusar de la sal y llevar una dieta equilibrada en sodio.
En resumen la dieta de una persona adulta tiene  que estar mayormente compuesta por alimentos de origen vegetal, en menor cantidad pescados y carnes, y tiene que repartirse de forma adecuada en cuatro o cinco tomas diarias. Además tiene que contar con al menos 2 litros de agua por día y garantizar el peso corporal adecuado.

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